
¿Se puede hacer el cambio inverso: cambiar un plato de ducha por una bañera?
Si uno de tus propósitos de Año Nuevo es dedicarte más de tiempo a ti mismo/a, cuidarte más y mejor e incluir entre tus rutinas algunas que mejoren tu estado anímico y tu bienestar, quizás estés valorando cambiar tu plato de ducha por una bañera.
Y sí, ya sabemos que el cambio suele ser el inverso y que la mayoría de las personas aprovechan la reforma de su cuarto de baño para cambiar la bañera por un plato de ducha y así disponer de más espacio y tener un baño más cómodo y funcional. Pero, ¿es viable hacerlo al revés? ¿Qué pasa si resulta que ahora quieres disponer de una bañera en la que poder relajarte y disfrutar de un tiempo de desconexión? Pues hoy analizamos si es posible este cambio y qué requisitos deben darse para culminarlo con éxito.
¿Por qué cambiar un plato de ducha por una bañera?
Aunque, como decíamos, en las reformas de cuartos de baño es más común sustituir la bañera por un plato de ducha, también es factible realizar el proceso contrario: cambiar un plato de ducha por una bañera.
Este tipo de reforma, aunque menos habitual, puede ser necesaria para cubrir necesidades específicas. Por ejemplo, para familias que pasan a tener niños pequeños y necesitan una bañera, aunque sea pequeñita, para bañar más cómodamente a sus bebés.
También está el caso de personas que, viendo que su cuarto de baño es bastante espacioso y aunque en el día a día es más práctico el uso de la ducha, quieren disponer de una bañera para obligarse a disfrutar de vez en cuando de baños relajantes. Aprender a no hacer nada, meditar, evadirse, dejar de producir… es el propósito de Año Nuevo de muchas personas que encuentran en una bañera el espacio ideal para conseguirlo.
También está el caso de personas que tienen ciertas dolencias y necesitan darse un baño que calme sus dolores, especialmente cuando son de carácter muscular.
En cualquier caso, para garantizar que el cambio sea viable y exitoso, es imprescindible evaluar ciertos requisitos técnicos y espaciales como los que ahora voy a contarte.
Requisitos para cambiar un plato de ducha por una bañera
1.- Espacio disponible:
El primer aspecto a considerar es el espacio disponible en el cuarto de baño. Una bañera estándar tiene una longitud mínima de 150 cm y una anchura de 70 cm, aunque existen modelos de media bañera más compactos de 120 cm. Si el plato de ducha existente es considerablemente más pequeño, puede ser necesario modificar la distribución del baño para incorporar la bañera, algo que es posible, pero que debe quedar claro en el proyecto, ya que implicará más obra.
2.- Sistema de fontanería:
La instalación de una bañera implica ajustar las tomas de agua y desagües. El desagüe de una bañera suele ubicarse en una posición diferente al de un plato de ducha, lo que puede requerir la reubicación de tuberías. Además, la pendiente del desagüe debe ser suficiente para garantizar un correcto flujo del agua, evitando posibles atascos.
3.- Estado del suelo y paredes:
El suelo y las paredes deben revisarse para asegurarse de que están en condiciones óptimas de albergar una bañera. La retirada del plato de ducha puede dejar expuestas zonas que necesiten ser niveladas, impermeabilizadas o revestidas con nuevos materiales.
4.- Elección del tipo de bañera:
Existen diferentes tipos de bañeras (empotradas, exentas o de hidromasaje), y su elección dependerá tanto del espacio como del presupuesto. Es fundamental que a la hora de cambiar el plato de ducha por una bañera, la elegida se ajuste a las dimensiones del baño y al estilo decorativo existente.
Aspectos legales y técnicos
Es importante comprobar si el cambio de plato por bañera afecta a las condiciones iniciales de construcción del inmueble. En edificios antiguos, siempre será aconsejable que acudas a un estudio de arquitectura como el mío para asegurarte al 100 % de que la obra es viable y de que el suelo soportará el peso de la bañera llena de agua. Además, podemos encargarnos también de la gestión de la licencia de obras en Barcelona si fuera necesaria.
En definitiva, cambiar un plato de ducha por una bañera es un proceso asumible, pero que requiere de un análisis previo y una ejecución profesional para garantizar un resultado funcional y estético. Contar con un equipo especializado como el que te espera en el estudio de arquitectura Miguel Ángel Calvo es clave para realizar una reforma segura y adaptada a tus necesidades.