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Medidas básicas para que una vivienda sea accesible.

El aumento de la esperanza de vida es un hecho a celebrar, ya que significa que vamos a vivir más años. La contrapartida de esta buena noticia es que estamos ante una sociedad cada vez más envejecida, con un porcentaje de personas mayores realmente significativo.

Si bien factores estructurales como los avances médicos, el acceso a una buena alimentación o las medidas higiénicas y de salubridad en las que vivimos nos van a permitir llegar a más edad en buen estado físico, no podemos obviar que nuestros cuerpos notarán el paso de los años. Por eso, preparar las viviendas para una sociedad cada vez más envejecida se ha convertido en una necesidad.

Y por este motivo, cuando hablamos de diseñar hogares más accesibles y adaptados, lo hacemos pensando tanto en las personas que hoy presentan problemas de movilidad o sufren una limitación sensorial, como es obvio, pero también pensando en el envejecimiento de la población. Además, conseguir viviendas accesibles sería tan sencillo como poner en práctica estas medidas básicas y generales que hoy compartimos contigo:

1.- Fuera escalones:

Cualquier desnivel debe plantearse con soluciones alternativas a los escalones o soluciones complementarias a ellos. Por ejemplo, instalar un ascensor doméstico para desniveles de pisos, pero también contemplar rampas para desniveles pequeños, de centímetros.

2.- Espacios libres de obstáculos:

Para las personas que tienen la movilidad reducida y utilizan silla de ruedas es fundamental que se dejen espacios libres de obstáculos para poder girar en zonas como antes de una puerta interior, al lado de la cama… Y un espacio libre de obstáculos debe ser, al menos, de 1,50 m.

3.- Pasillos amplios:

De la misma forma, se deben diseñar pasillos anchos, que tengan un espacio libre superior a los 1,10 m y sin estrechamientos, salvo puntuales y alejados de puertas y zonas de giros.

4.- Puertas accesibles:

Otro punto clave de las viviendas accesibles está en las puertas que deben abrir un mínimo de 90º, tener un paso libre de 80 a 85 cm y con una sola hoja. Son medidas estándar y necesarias para que puedan ser utilizadas por personas que tienen movilidad reducida.

5.- Tiradores, asas e interruptores a una altura óptima:

Los tiradores de puertas y armarios y las asas de cajones deben estar situados a una altura de entre 0,80 y 1,20 m desde el suelo, y ser maniobrables con una sola mano, aunque es preferible que cuenten con mecanismos que los automaticen. Y lo mismo ocurre con los interruptores de las luces que deben estar a una altura accesible.

6.- Baños, una estancia clave:

Los baños son una de las estancias en las que más problemas puede tener una persona con movilidad reducida, problemas de visión o edad avanzada. Es importante tomar medidas como las concernientes a los lavabos, que no deben ser de pedestal ni tener mueble inferior para dejar un espacio libre por debajo del lavabo de 70 cm de alto x 50 cm de fondo.

Por otro lado, los inodoros deben estar a una altura de 45-50 cm y deben tener un espacio libre enfrente para que se pueda girar o realizar maniobras en una silla de ruedas.

Y las duchas deben estar a ras de suelo, con una pendiente mínima de aislamiento del resto de un máximo de 2 %. También deben contar con un espacio enfrente libre y sin obstáculos de un mínimo de 1,20 m. En su interior, el hueco de la ducha debe ser de 1,80 x 1,20 m de diámetro y contar con un asiento de 40 cm de profundidad y ancho, a una altura de 45 cm y con respaldo.

7.- Zonas de paso:

Las salidas a exteriores, como terrazas, balcones o jardines, la carpintería debe quedar enrasada en el suelo o tener un resalto inferior a 5 cm.

¿Quieres construir una vivienda accesible porque así lo requiera algún miembro de tu familia o porque estás pensando ya en tu futuro? Sin duda, tener esto presente es la opción más acertada. Y en el estudio de arquitectura sostenible en Barcelona de Miguel Ángel Calvo te ayudaremos a implementar todas estas medidas que se deben tener en cuenta, tanto en construcciones nuevas como a la hora de llevar a cabo rehabilitaciones en edificios.